Los valles bolivianos están situados en una franja de norte a sur del país, entre la Cordillera de los Andes y la cuenca amazónica, a una altura promedio de 2.000 msnm.

Comprenden la mayor parte del Departamento de Cochabamba, el sector oriental del Departamento de Potosí, las mitades occidentales de los departamentos de Chuquisaca y de Tarija, además de los valles interandinos del Departamento de La Paz y el área más occidental del Departamento de Santa Cruz (donde se encuentran Vallegrande, Samaipata y otros).

Cochabamba es por antonomasia la ciudad del valle. También se destacan Sucre, la capital de Bolivia, y Tarija como ciudades importantes de esta región geográfica.

Los valles bolivianos se han caracterizado por su vocación agrícola y centros tradicionales de producción y abastecimientos de insumos culinarios antes y durante la colonia, cumpliendo un papel importante en la historia del avance y asentamiento español en la actual Bolivia.

La historia de la gastronomía boliviana tiene un capítulo importante en esta región, especialmente en el Departamento de Cochabamba, denominado por ello como “el granero de Bolivia”.

La calidad de las tierras vallunas y la gente que lo habita, de un carácter alegre y hedonista, han permitido el nacimiento de ricas recetas sazonadas con hierbas aromáticas muy propias del valle y que en el tiempo se han constituido en el patrimonio gastronómico del paladar nacional.

Durante la Colonia, la Iglesia Católica aprovechó la riqueza de sus suelos para sembrar y expandir la uva, sobre todo la moscatel de Alejandría y otras que utilizaban para la elaboración de vino de misa y posteriormente para crear la bebida nacional “el singani”.

Estos maridajes culinarios entre chichas y vinos se complementaron con la introducción de la producción cervecera y conquistaron los paladares de criollos, mestizos e indígenas, cholos y blancos, constituyéndose en una región que aporta cerca del 70% de la despensa gastronómica nacional.

El Foro Gastronómico de los Valles pretende recoger, clasificar y difundir el conocimiento gastronómico de esta región poniendo en valor todos los elementos que la componen.

En esta oportunidad nos centraremos en la ruta de los vinos y singanis, columna vertebral fundamental para entender cómo se ha producido la fusión culinaria y gastronómica en nuestro país, a partir de la cultura gastronómica local y el aporte europeo en este momento histórico.

Como siempre, la Primera Escuela de Hotelería y Turismo de Bolivia, comprometida con la investigación, difusión y defensa de patrimonio gastronómico nacional, pone a disposición de estudiantes, investigadores y docentes los últimos avances y trabajos realizados en el área que serán explicados por expertos profesionales nacionales muy calificados en pleno desarrollo de sus proyectos de investigación.